La periodista Núria Moreras, redactora de la revista ¡HOLA!, ha publicado un artículo titulado Claves para minimizar nuestra exposición a la contaminación electromagnética en casa, en el que muestra algunas formas de proteger tu hogar de la radiación electromagnética (¡nosotros también tenemos un articulo al respecto!).

El artículo, escrito bajo la supervisión de los expertos Carles Surià, profesional liberal, ingeniero, geobiólogo y consultor en biohabitabilidad y Pere León, arquitecto geobiólogo, experto y divulgador en salud del hábitat, escritor y conferenciante, recoge declaraciones de ambos expertos sobre el impacto de la contaminación electromagnética en la salud de la ciudadanía.

“Los efectos de la radioactividad, así como los efectos térmicos de las radiaciones no ionizantes (telefonía móvil, WiFi…) son ya muy conocidos. Respecto a los efectos no térmicos de las radiaciones no ionizantes, son tantos los descritos en bibliografía científica que solo podré destacar algunos de ellos. En niveles 1000 veces más bajos que los límites legales, los investigadores informan sobre dificultades de concentración y dolores de cabeza tanto en adultos como en niños y adolescentes. Además, también producen problemas de comportamiento en niños y adolescentes, y alteraciones del sueño en adultos. Otros efectos preocupantes publicados, son los daños en los espermatozoides, lo que genera preocupación sobre la fertilidad y la salud de la descendencia. Ya hay estudios también que apuntan hacia los campos electromagnéticos con el crecimiento alarmante del autismo”, apunta Carles.

En el mismo sentido Pere señala que “la presencia tan invasiva y persistente de campos electromagnéticos son debilitadores del sistema inmune a medio-largo plazo. Los efectos sobre nuestra salud van desde insomnio severo, despertares nocturnos, cansancio, bruxismo, dolor de cabeza, dolor cervical, pesadillas recurrentes, bajada de defensas y migrañas, hasta estados depresivos fuertes, incontinencia urinaria (en niños), enfermedades autoinmunes, abortos, infertilidad, cáncer y enfermedades degenerativas”.

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